Exceso de imaginación y habilidad para escribir nunca es algo muy bueno, pero si le sumas dibujos medianamente entendibles y un desorden del ciclo del sueño, y obtendrás una persona con tendencias al vampirismo -si tomamos la tinta como sangre-, y a la zombificacion -las noches en vela no pasan en vano-, que sufre de multiples atacasos artisticos para luego sumirse en crisis creativas...